Redacción Acustik Noticias
CDMX. 10 de agosto de 2018.- EN México, la infertilidad es un problema de salud pública que afecta a cerca de 1.5 millones de mexicanos. De acuerdo con la Comisión Nacional de Población (CONAPO), 17 por ciento de las mujeres en edad reproductiva en el país padecen infertilidad, mientras que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) declara que de 15 por ciento de parejas en edad reproductiva con problemas de fertilidad, solo 53 por ciento recurre a un especialista para pedir apoyo.
Aunque la infertilidad es catalogada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como una enfermedad, misma que, de no ser tratada, puede derivar en otros problemas de salud como la depresión, México no la ha terminado de reconocer como tal y, por lo tanto, queda relegada en la agenda pública. A la fecha, el país sigue sin contar con una ley o una norma oficial que regulen la práctica de la reproducción asistida
Si bien la Comisión Federal para la Protección Sanitaria (Cofepris) cuenta con un manual que indica todos los trámites que deben realizar los centros de salud para implementar esta práctica, el doctor Gerardo Barroso, especialista en ginecología y obstetricia y miembro de la Academia Nacional de Medicina, aclaró que aún falta una debida regulación.
“Cofepris regula los establecimientos que van a prestar los servicios, no define la forma en la cual se va a realizar. Han tratado de establecer ciertos criterios en el manejo del laboratorio, pero el tener un certificado de regulación no significa que sea un certificado de calidad”, dijo Barroso en entrevista para el Foro Consultivo Científico y Tecnológico.
A pesar del avance tecnológico, aún hay un 77 por ciento de fallas reproductivas relacionadas con esta técnica y de, acuerdo con el especialista, la falta de regulación genera incertidumbre tanto para los prestadores del servicio, que no saben qué tienen permitido y qué no, así como para las personas, que no tienen la garantía de un resultado ni saben qué van a obtener. Hay discrepancias respecto del tipo de instalaciones, servicios, resultados, así como de las complicaciones y el control de calidad, entre los diferentes centros del país.
Además, la falta de regulación hace que la infertilidad no sea un problema cubierto por los seguros médicos, e incentiva a nivel mundial el turismo médico volviendo a los países sin regulaciones en destinos ideales para llevar a cabo experimentos en la materia.
El doctor Barroso explicó que en la actualidad, tanto los centros privados como los públicos hacen lo posible por apegarse a los lineamientos internacionales en la materia, pero esto es insuficiente porque, además, es un problema que cada vez aumenta, ya sea por razones biológicas (problemas genéticos) como sociales (las mujeres que se insertan en el mundo laboral comienzan a retrasar su edad reproductiva).