REDACCIÓN ACUSTIK NOTICIAS
Los Angeles. 20 de julio de 2018.- Tras la separación de familias migrantes en la frontera estadounidense, el gobierno de Trump ha señalado que busca ampliar significativamente los centros de detención familiar.
En una carta dirigida al Caucus de Protección a los Denunciantes del Senado, los médicos Scott Allen y Pamela McPherson quienes fungen como ‘expertos en la materia’ para la Oficina de Derechos y Libertades Civiles del Departamento de Seguridad Nacional, aseguraron que una serie de diez investigaciones realizadas en los últimos cuatro años ‘reveló frecuentes fallas graves en el cumplimiento de los reglamentos, que derivan en daño a los niños’.
Los médicos también descubrieron una ‘pérdida de peso significativa’ en los niños e informaron que muchos de ellos recibieron accidentalmente dosis para adultos de una vacuna.
“Detener a los niños junto con uno de sus padres, implica un alto riesgo de daño para ellos y sus familias. Según nuestra opinión profesional, no existe programación suficiente que pueda aminorar los daños causados por el confinamiento de los niños en centros de detención”, aseguraron.
Sin embargo, ningún vocero del Departamento de Seguridad Nacional respondió a las solicitudes de comentarios sobre la carta para el Caucus de Protección a los Denunciantes.
En un caso presentado ante un tribunal de Los Ángeles, un grupo de abogados que realizó más de doscientas entrevistas a padres y niños migrantes concluyeron que los reportes que recabaron fueron ‘impactantes y atroces’ las condiciones en varias instalaciones de detención, en especial en los centros de procesamiento inicial que dirige la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza en la frontera suroeste.
En las entrevistas más recientes, los migrantes informaron sobre condiciones de frío extremo, baños sucios, agua inadecuada para beber y alimentos que estaban congelados o les provocan vómito.
“Los burritos estaban mohosos”, afirmó una de las personas detenidas. “El jamón se veía verde”, dijo otra.
En el caso presentado ante un tribunal de Los Ángeles, el vocero del Departamento de Justicia, Devin M. O’Malley, citó un informe en donde señaló que el gobierno actúa en conformidad con el decreto de consentimiento de 1997, conocido como el acuerdo de Flores, que exige un trato humanitario para los niños migrantes.
Dicho consentimiento señala que los niños no pueden estar confinados en esos centros durante más de veinte días. No obstante, una mujer de El Salvador informó que ella y su hijo de 10 años habían estado encerrados en el centro de detención familiar en Dilley durante 58 días. Otra mujer dijo que ella y su hija de 6 años habían estado durante 45 días.
La cantidad de migrantes en familia que aprehende la Patrulla Fronteriza rondaba los 70.000 en 2015 y 2016, pero cayó a cerca de 30 000 durante el primer año del mandato del presidente Trump. No obstante, el número se elevó este año.
LRPM