Redacción Acustik Noticias
CDMX. 20 de julio de 2018.-La Ciudad de México se ha convertido en un referente obligado sobre políticas públicas que buscan acabar con la discriminación, en eso coincidieron los investigadores Jesús Rodríguez Zepeda y Alberto Serdán Rosales, durante el Conversatorio ‘Análisis, Avances y Retos de la Política Pública Antidiscriminatoria’ llevado a cabo este día en las instalaciones del Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación de la Ciudad de México (COPRED).
En su oportunidad, Rodríguez Zepeda aseguró que la agenda sobre No Discriminación es muy reciente en México, ésta pertenece a las diversas discusiones sociales del siglo XXI que han permitido visibilizar a la igualdad y a la no discriminación como un derecho humano.
El investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), subrayó la importancia de diferenciar entre caridad institucionalizada y la obligación que tienen los Estados democráticos de garantizar, respetar, proteger y promover los derechos humanos de las personas, en particular el derecho a la no discriminación.
Al hablar sobre la Antología de Política Pública Antidiscriminatoria, Jesús Rodríguez destacó la importancia de que existan programas gubernamentales que establezcan las pautas para el combate a la discriminación, tal es el caso del PAPED (Programa para Prevenir y Eliminar la Discriminación en la Ciudad de México); abundó, ‘el PAPED no es el programa de acción para COPRED; a quien hay que pedirles cuentas de los resultados de la política antidiscriminatoria son a todos los entes públicos obligados’.
Recordó que para avanzar en la prevención y eliminación de la discriminación es necesario que los gobiernos establezcan presupuestos públicos específicos, ‘si un Estado no se toma en serio la política antidiscriminatoria en el presupuesto, es charlatanería’, dijo Rodríguez Zepeda.
En su momento, Alberto Serdán Rosales, aseguró que la política antidiscriminatoria debe contar con las características básicas de toda política pública, es decir, que tenga como fin resolver una problemática, que cuente con un plan de acción, que tenga poder, que posea recursos técnicos, tecnológicos, monetarios, financieros y humanos, además de ser medible y evaluable.