Por Ilse Aguilar | Acustik Noticias
CDMX. 20 de junio de 2018.- Un grupo de más de 30 representantes de la comunidad transgénero en la Ciudad de México, liderado por la activista Diana Sánchez Barrios, hizo un llamado a la Organización Mundial de la Salud (OMS) para no ser catalogados como disfuncionales sexuales, ni ser discriminados por los aficionados de fútbol.
Luego de la decisión del organismo internacional de la salud, al sacar a las personas transgénero del catálogo de enfermedades mentales y patologizarlas como disfuncionales mentales, ‘el cambio de terminología aún representa un tema delicado y continúa poniendo en riesgo a toda la comunidad’, aseguró Sánchez Barrios.
Ante las instalaciones de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), la experredista a través de un performance en el que se utilizó vestimenta blanca y pintura roja en referencia a los asesinatos por homofobia, pidió pare la violencia y discriminación contra la comunidad Lésbico, Gai, Transexual, Bisexual (LGTBI).
El acto se realizó a unos metros de la pantalla instalada en la explanada del Zócalo capitalino, donde se exhiben los partidos del Mundial Rusia 2018, en este contexto, el grupo de manifestantes pidió el cese de la palabra ‘puto’, utilizada por la afición mexicana.
“Es momento de que la sociedad debe de entender que la última palabra que escucha una persona de la diversidad sexual cuando la asesinaron de forma brutal es: por puto te maté”, sentenció la lideresa del comercio informal en entrevista para Acustik Noticias.
La líder del movimiento espera una pronunciación oficial del jefe de Gobierno de la Ciudad de México, José Ramón Amieva, así como de los candidatos a los puestos de elección popular para llevar el tema en su agenda.
“La OMS sigue patologizando a las personas trans, hoy nos saca de la terminología de enfermedades mentales, pero nos sigue dejando como enfermos y enfermas de género. Mi condición no es un desorden”, señaló.
Ahora los agraviados piden la eliminación total de la patología transgénero, pese a que la decisión de la OMS representa un avance para evitar dar justificaciones a quienes intentan curar o tratar la preferencia sexual, al eliminar un el diagnóstico de trastorno psicológico para quedarse en una cuestión física: la falta de adecuación del cuerpo al género que siente la persona.