Por: Rosa Elena Soto | Acustik Noticias
Ciudad de México. 10 de junio de 2018.- El Centro de Estudios Internacionales Gilberto Bosques (CEIGB) del Senado de la República advierte de potenciales implicaciones, tras el reciente anuncio del Presidente estadounidense Donald Trump sobre la imposición de aranceles para las exportaciones mexicanas, canadienses y europeas de acero y aluminio.
En la Nota de Coyuntura ‘Estados Unidos impone aranceles a las importaciones de acero y aluminio de México, Canadá y la Unión Europea: importancia para el comercio, la implementación de la medida e implicaciones generales’, señala que las tensiones comerciales – reflejadas en las relaciones de Estados Unidos con China y con sus socios del TLCAN (México y Canada), así como en la imposición sobre el posible establecimiento de nuevos aranceles a las importaciones estadounidenses de automóviles – están atravesadas por las elecciones intermedias que se celebrarán en Estados Unidos el próximo 6 de noviembre”, las cuales trastocan la estructura de incentivos y riesgos políticos a partir de los cuales el Presidente Trump tomará sus decisiones en el corto plazo.
Los analistas del CIEGB advirtien que el interés actual de la Casa Blanca de ‘partir las negociaciones norteamericanas y transitar hacia dos acuerdos bilaterales – uno con México y otro con Canadá – son también una muestra de que la cancelación de las exenciones arancelarias son parte de una estrategia de presión estadounidense sobre sus socios’.
Asimismo, destacan, las reacciones inmediatas de dichos socios comerciales de Estados Unidos, así como de algunos productores dentro de este último país, que se sienten amenazados por la política comercial del mandatario.
De materializarse nuevos aranceles estadounidenses a una industria como la automotriz, los efectos tanto para Estados Unidos como para las cadenas de producción regionales y globales podrían ser profundos y graves, puesto que es prácticamente un hecho que los países afectados responderían en consecuencia con medidas arancelarias, como lo hicieron para el caso de los mercados de acero y aluminio, se advierte en el estudio.
Expusieron que en el esquema norteamericano, el establecimiento de barreras al comercio en la que es la industria bandera de la integración regional abonaría a la desarticulación de la integración económica norteamericana y sería un duro golpe al sistema internacional de comercio.
Los analistas citaron que la implementación sobre posibles aranceles a la industria automotriz por razones de seguridad nacional también podría significar, en opinión de Kristin Dziczek del Center for Automotive Research, el agotamiento de este mecanismo legal por parte de la Administración Trump, con la consecuente resistencia interna por parte de otros actores políticos dentro del propio Estados Unidos.
Un acontecimiento transversal, a saber, las elecciones intermedias que se celebrarán en Estados Unidos el próximo 6 de noviembre, mediante las cuales se renovarán los 435 escaños de la Cámara de Representantes y un tercio (35 escaños) del Senado.
La estructura de incentivos y riesgos políticos que la coyuntura electoral impone será uno de los principales factores, si no es que el de mayor influencia, para determinar el curso de acción que siga el Presidente Trump con relación a las negociaciones con China, con México y Canadá, y con las presiones proteccionistas a otras industrias, señala el documento.
El estudio concluye que es posible decir que la política comercial estadounidense se encuentra en un punto de inflexión, a partir del cual bien podría reducir su agresividad, y procurar menos tensiones y un retorno al status quo, lo mismo que podría mantenerse en un sendero de escalamiento, desencadenar una guerra comercial a gran escala y asegurar una ruptura irreversible en el sistema internacional de comercio.