Laura Bruges | Acustik Noticias
CDMX. 18 de junio de 2018.- Este 17 de junio se celebraron las elecciones presidenciales en Colombia, que dejó como ganador al candidato de derecha Iván Duque con el 54% de los votos, frente a su contendor Gustavo Petro, candidato de izquierda que alcanzó el 42% de los sufragios.
Duque, un desconocido hasta algunos meses en Colombia, sin experiencia administrativa previa y cuyo único cargo público fue haber sido senador bajo la sombra del popular expresidente Álvaro Uribe, fue capaz de ganar las elecciones con un discurso de político fresco y renovador, pero que contenía una idea fuerza que resume los miedos que hay en el electorado colombiano: no convertir a Colombia como Venezuela.
Este fue un punto crucial en la elección. Sin mayor esfuerzo, la campaña de Duque se dedicó a recordar a Colombia que Petro fue amigo de Hugo Chávez a inicios de siglo, expresidente venezolano que inició con su revolución socialista y cuyo régimen continúa hoy Nicolás Maduro. Los resultados de este régimen están a la vista de todos: pobreza, hiperinflación, migración masiva de venezolanos y violación sistemática de derechos humanos a los opositores.
Son esos resultados a los que hizo hincapié la campaña de Duque, con la evidencia de más de 400 mil venezolanos que cruzaron la frontera buscando mejores oportunidades en Colombia, según el gobierno de ese país.
Duque también se benefició del periodismo local, que a diario narraba historia de la tragedia que vivían miles de venezolanos que con angustia querían cruzar la frontera para buscar un mejor porvenir.
Pese a que Petro intentó por todos los medios enfatizar que su modelo no era el chavismo, y que sus propuestas contrastaba con el régimen venezolano, bastaron las asociaciones pasadas para crear el imaginario colectivo de que era el ‘Chávez colombiano’.
La agresiva campaña en redes sociales reforzó ese imaginario