Por: Rosa Elena Soto | Acustik Noticias
Ciudad de México. 29 de marzo de 2018.- El presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, Raúl González Pérez, dijo que los procesos electorales son puerta para que las organizaciones de la sociedad civil sean escuchadas y las necesidades que recogen de las personas sean atendidas.
En su participación durante la Tercera Cumbre Ciudadana, en el diálogo entre candidatos y 350 OSCs, el ombudsman nacional habló de la necesidad de que se escuchen y atiendan los planteamientos de la sociedad civil, así como que se generar vínculos de cercanía confianza, colaboración y corresponsabilidad con la misma, mediante la construcción de consensos. Dijo que con la apertura a la sociedad civil se legitima la agenda de las autoridades.
González Perez aseguró que en este momento de dialogar y evitar la intolerancia y la división, porque no pueden tener cabida en a sociedad.
“Por el contrario es el momento de dialogar, de construir consensos que fijen objetivos comunes para orientar los esfuerzos y acciones que se emprendan compromisos que deben tener como piso común la defensa de la legalidad en las instituciones democráticas y los derechos humanos factores cuyo respeto y vigencia no pueden ser objeto de negociación o estar sujetos a coyunturas a intereses políticos electorales o de cualquier otra índole”, expuso.
También advirtió que México exige de acciones urgentes, ya que son muchos los problemas y situaciones que deben ser atendidas real y eficientemente en el país, en que los constantes son los binomios de inseguridad, violencia, corrupción, son una realidad que lentamente ha transformado las legítimas expectativa de vida y desarrollo de las personas en desesperanza y que ante la falta de opciones reales para cambiar la misma esta cambiando las perspectivas de un futuro por incertidumbre y miedo.
“Nuestro país necesita y puede hacer frente a estos problemas sin medidas autoritarias que supriman o restrinjan derechos o que generen mas violencia, se debe alejar por completo la tentación de acciones que pongan en riesgo el respeto a la dignidad humana y atenten contra los derechos fundamentales. Violencia y descomposición social sin políticas publicas consistentes e integrales que las ataquen difícilmente podrán reducir las desigualdades, la falta de oportunidades y la exclusión vigente o propiciar el fortalecimiento del estado democrático de derecho”, afirmo.