Ciudad de México, 15 de abril de 2018.- El primer debate televisivo en México se organizó el 12 de mayo de 1994, participaron los candidatos presidenciales de los tres partidos políticos con mayor representatividad nacional (PAN, PRD y PRI) y estuvo coordinado por la Cámara de la Industria de la Radio y Televisión (CIRT). A 24 años de ese primer ejercicio, el Instituto Nacional Electoral ha marcado un nuevo hito al organizar tres debates con formatos dinámicos e interactivos.
Desde la elección de 2006, la autoridad electoral se involucró en la organización de los debates presidenciales y, a consecuencia de la reforma electoral de 2007, el entonces Instituto Federal Electoral –y actualmente el INE– tiene el mandato exclusivo para organizar dos debates entre las y los candidatos a la presidencia. Los 2 debates realizados en 2006 fueron coordinados por el entonces IFE y la CIRT.
En 2012 el IFE organizó dos encuentros en los que participaron los tres candidatos y la candidata registrados para la elección. El formato utilizado en los debates pasados fue el científico, que no permite la interacción fluida entre los participantes, el moderador se apega al orden de participación y no hay mecanismos de participación ciudadana.
Ahora, el INE busca que los próximos encuentros sean inclusivos y más dinámicos, basándose en la revisión de distintos formatos en países democráticos y siguiendo algunos criterios de comparación.
Por ejemplo, en el modelo chileno se incluye a periodistas que pueden realizar preguntas específicas a un candidato y, aunque no existe interacción entre participantes, las y los moderadores pueden realizar cuestionamientos directos hacia los candidatos.
Por otro lado, Estados Unidos cuenta con una tradición de debates presidenciales desde 1960; es una democracia bipartidista y son obligatorios 3 debates durante la contienda presidencial. El formato que utiliza es el denominado Town-Hall que implica un público presente que puede realizar preguntas y es seleccionado a través de una empresa encuestadora. Las y los moderadores pueden intervenir a través de preguntas de seguimiento.
En Francia el moderador tiene un papel más limitado y sus interrupciones son mínimas. En cambio, los candidatos pueden interrumpirse y realizar preguntas directas y no cuentan con audiencia dentro del recinto.
A partir del estudio de estas experiencias, el INE ha redefinido los debates y por primera vez realizará 3 debates con un rol activo de moderación e interacción con la ciudadanía. En el segundo, por ejemplo, habrá público participativo y en el tercero se tomarán preguntas a través de redes sociales.
De esta manera, los debates pueden convertirse en mecanismos para garantizar la equidad de la contienda, debido a la atención ciudadana y mediática que reciben estos ejercicios. Los candidatos pueden darse a conocer y tener mayor cobertura en medios de comunicación.