Karen Romero Muñoz
Estado de México. 9 de abril de 2018.- Con la finalidad de hacer un monitoreo de variables atmosféricas, investigadores del Centro de Desarrollo Aeroespacial (CDA) del Instituto Politécnico Nacional (IPN), en colaboración con académicos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), realizaron el primer vuelo experimental en parapente del módulo experimental PEGASUS.
“PEGASUS es una plataforma experimental multimisión que pretende a futuro, convertirse en una herramienta para el desarrollo y validación de tecnología aeroespacial, que también permita la ampliación de las capacidades institucionales para la adquisición de datos atmosféricos, así como la realización de otros experimentos científicos a baja altitud”, explicó Mario Alberto Mendoza Bárcenas, especialista del Centro.
Aseguró que el objetivo final es crear tecnología institucional nacional, que a largo plazo permita el desarrollo de sistemas reales orbitales para efectuar tareas más complejas e integrarlo en una red parapente-sonda estratosférica-satélite, que permita ampliar las capacidades de investigación y validación experimental a nivel de sistemas y componentes, abarcando un margen amplio en baja y media altitud, así como a nivel de órbita baja espacial.
Vuelos anteriores
A la fecha, se han realizado tres vuelos. El primer vuelo se realizó a mediados de diciembre de 2017 en Temascaltepec, Estado de México, tuvo como objetivo la validación operativa de experimentos y esquemas de instrumentación que serán integrados en el próximo vuelo suborbital a realizarse en abril.
Este viaje duró aproximadamente 23 minutos e hizo un recorrido de 5.08 kilómetros, puede alcanzar máximo cinco kilómetros de altura sobre el nivel del mar (con desplazamientos de hasta 90 kilómetros). La instrumentación que integró el módulo se instaló al interior de una estructura mecánica de ULTEM 9085, que se utiliza para aplicaciones aeroespaciales, militares y de automoción por su índice FST (tiene buena relación resistencia/peso).
En tanto, las misiones PEGASUS-2 y 3 se realizaron en febrero cerca de Malinalco, Estado de México y tuvieron una duración que sobrepasó las dos horas con altitudes máximas que rondarán los cuatro mil metros.
En esta ocasión, como parte de la instrumentación se incluyó un magnetómetro triaxial, un dispositivo GPS miniatura para contar con datos propios para la referencia de altitud y desplazamiento de los experimentos durante los vuelos; se contó con dos cámaras (una GoPro y una de video 360°) para capturar imágenes de las zonas sobre las que sobrevoló el módulo abordo del parapente, lo que permitirán a los especialistas de Instituto de Investigaciones Geológicas y Atmosféricas, A.C. de México (IIGEA), complementar sus investigaciones de caracterización atmosférica mediante la correlación de las imágenes de las superficies que las misiones.
Al término de las misiones, los materiales demostraron buena resistencia bajo condiciones dinámicas que alcanzaron hasta tres gravedades, lo que brindó confianza respecto a los niveles de vibración que sufre el módulo durante los vuelos a bordo del parapente y que en principio, no afectaría los dispositivos internos, además de que los resortes de amortiguamiento permitirán proteger la instrumentación en caso de que el módulo cayera.