Ciudad de México, 03 de abril de 2018.- El Pleno de la Cámara de Diputados aprobó, con 315 votos a favor y cuatro abstenciones, reformas a la Ley General de Salud para definir un nuevo esquema de cremación y desintegración de cadáveres, así como el uso y reúso de ataúdes, con ello, reducir los riesgos en estas actividades y maximizar condiciones ecológicas y de sanidad en la materia.
El documento, enviado al Senado de la República para sus efectos constitucionales, plantea modificar los artículos 314, fracción V; 348 y 419; y adiciona el 348 Bis, 348 Bis 1 y 348 Bis 2 a la Ley General de Salu, con el fin de establecer que la cremación o desintegración de cadáveres solo podrá realizarse con el permiso del oficial del Registro Civil y dentro de las 48 horas siguientes a la muerte, salvo autorización específica de la autoridad sanitaria o por disposición del Ministerio Público.
Además, estipula que los prestadores de servicios funerarios deberán disponer de recipientes y contenedores de material biodegradable adecuados, que impidan el derrame de líquidos o el esparcimiento de olores, los cuales se colocarán dentro de los ataúdes.
Determina que la Secretaría de Salud emitirá disposiciones que prevengan los riesgos sanitarios por la reutilización y destino final de los ataúdes y féretros.
Contempla que toda reutilización o donación de ataúdes o féretros provenientes de servicios de cremación o desintegración de cadáveres, se hará previo al procedimiento de desinfección y aviso a la autoridad sanitaria competente, y que los establecimientos se harán responsables de la utilización de productos biodegradables para llevar a cabo dicho proceso.
Define que las autoridades sanitarias locales estarán facultadas para llevar a cabo verificación a los establecimientos para constatar el cumplimiento de lo antes mencionado. Asimismo, deberán prever programas y mecanismos destinados a la destrucción o reutilización de ataúdes y féretros en condiciones ambientales responsables.
Al fundamentar el dictamen, el diputado Juan Luis De Anda Mata (PAN) sostuvo que la desintegración de cadáveres o restos humanos es una alternativa que beneficia al medio ambiente, por lo que es fundamental fortalecer la normatividad de la aplicación de cualquier otro proceso químico o biológico para la conservación o disposición final.
Reiteró que, en México de acuerdo con cifras oficiales, se presentan más de 650 mil fallecimientos por año, donde se inhuman aproximadamente un 80 por ciento y el 20 por ciento restante son cremados, es decir, se utilizarían más de 100 mil ataúdes.
Enfatizó que es necesario fortalecer disposiciones para que la cremación sea una opción prioritaria para las familias, así como establecer el adecuado manejo de ataúdes, con la finalidad de impulsar medidas de prevención en materia de salud y sanidad.
Indicó que con la aprobación de este dictamen se lograría que los servicios funerarios que operan en la informalidad tengan los elementos necesarios para apegarse a la legalidad de los procedimientos de cremación, desintegración, uso y reusó de ataúdes, pues de acuerdo con el Consejo Mexicano de Empresas de Servicios Funerarios, de un universo de más de cuatro mil establecimientos del país, 60 por ciento prestaban su servicio de forma irregular.
Al fijar su postura, la legisladora del PVEM, Sharon María Teresa Cuenca Ayala, refirió que en ocasiones las empresas funerarias, principalmente las que operan en la informalidad, utilizan hasta cuatro veces los ataúdes, expresó.
“Es una realidad que la reutilización de ataúdes es una práctica indebida que genera un riesgo para la salud y un engaño por parte de los prestadores de estos servicios, porque no le informan al cliente”.
La legisladora afirmó que su voto sería a favor, toda vez que es oportuno controlar el reúso de ataúdes, el manejo de cadáveres, la informalidad de las agencias funerarias y evitar que no existan coyotes afuera de los hospitales ofreciendo servicios irregulares.
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