Por: Enrique Serna
Acustik Noticias
CDMX, 28 febrero 2018.- En diversos casos de acoso escolar, las víctimas encuentran un lugar en el grupo, por el contrario, la indiferencia de sus compañeros, los hace invisibles. Así los consideró, Nelia Tello Peón, académica adscrita a la Escuela Nacional de Trabajo Social, de la UNAM.
Por medio de un comunicado, la máxima casa de estudios explica que la violencia escolar no se determina por agresiones físicas o emocionales, pues deriva de procesos sociales, que aunque se manifiestan en los planteles, tienen su origen en el entorno social en el que se desarrollan los agresores, quienes a su vez son víctimas en esos contextos.
“Normalmente la violencia se confunde con la indisciplina, pero aunque no son lo mismo, un mal manejo de la indisciplina puede convertirse en violencia. Hoy en día es fácil identificar este tipo de situaciones, sin embargo, no se trata de que siempre haya un cuidador que detecte y garantice que no haya actos de violencia, más bien debe haber un ambiente en donde no ocurran con regularidad, sino como un evento aislado. Esta creciente problemática requiere soluciones especializadas e inmediatas, pues en el ámbito social las relaciones son muy agresivas, y para transformarlas en una convivencia solidaria en indispensable aceptar al otro”, concluyó.