Por: Norberto Lacarriere
Tamaulipas. 5 de febrero de 2018.- Según datos recabados por colectivos de búsqueda de familiares desaparecidos en el estado, 2010 a la fecha, las autoridades judiciales en Tamaulipas han registrado al menos 6 mil denuncias .
Entre las madre, padres, hermanos, hijos o amigos que han participado no solo en pesquisas en áreas rurales sino también en marchas, exclaman sobre sus seres perdidos:
“No tenemos ni donde llorarles ni donde ubicarles”, afirman familiares.
El sitio donde más se hurga es en San Fernando.
Ahí, entre 2010 y 2011 al menos 279 migrantes fueron masacrados y según cifras oficiales 79 fueron hallados en una bodega abandonados y 194 en fosas clandestinas.
Cada día que pasa es para abrigar esperanza, mezclada con desesperación, pero hay cientos de casos de esfuerzos incansables .
Los agraviados por las desapariciones forzadas las atribuyen en su mayoría al crimen organizado, en un contexto de lucha contra el hampa emprendida por el gobierno federal desde 2008.
En el marco de esta guerra , miles han sido secuestrados a cambio del pago de un rescate pero de nada sirvió. Jamás les volvieron a ver con vida.
A algunos sencillamente se les perdió el rastro cuando viajaban en carretera, especialmente en tramos de Reynosa, Nuevo Laredo y la frontera chica, Ciudad Victoria o Matamoros.
Se explica por parte de algunos familiares que piden el anonimato que cientos fueron víctimas del reclutamiento forzado por las bandas criminales.
Asimismo reconocen que durante el primer gobierno panista de Tamaulipas se ha teñido respuesta del Procurador estatal, Irving Barrios.
Él expresó qué hay amplia disposición de la Procuraduría de Justicia del Estado de encontrar a los desaparecidos.
Incluso se creó un sistema de identificación de cuerpos que están en el Servicio Médico Forense sin saber de quién se trata.