Por: Robert. F. Salgado
Corresponsal de Acustik Noticias
Cuernavaca, Morelos 2 de febrero de 2018. -La fiesta de Calendaría puso punto final, al tradicional maratón “Guadalupe-Reyes” de las fiestas decembrinas incluso es cuando los mexicanos prometen “ahora sí” a amarrarse la tripa y comenzar la dieta, para bajar los kilos extra ganados en los “atracones” de comida del pasado fin de año
Está mañana cientos de comensales de todas las edades y condición social se congregaron en la plancha del zócalo, seducidos por el clásico olor humeante que desprenden las ollas “vaporeras” y en su interior yacen decenas de tamales apilados uno encima de otros.
Envueltos en hoja de totomoxtle que en lengua náhuatl significa…hoja de maíz, los artesanos de Coatetelco (comunidad indígena de Morelos, a dos horas de distancia de la Ciudad de México) desde las tres de la mañana prepararon la tamaliza; su típico platillo aderezado con yerbas de epazote, bañado en chile verde y una pizca de ajo no pasó inadvertido del estómago más exigente…con su “mojarra entamalada”.
Don Juan Escorcia de 75 años, avecindado en Cuernavaca pero originario de Puebla, se olvidó por un momento de levantar el nacimiento, de hacer la presentación del niño Dios en la Iglesia y de buscar un padrino para vestir la estatuilla como lo marca la religión católica “preferí pasar antes a echarme un tamalito, ya me comí dos están riquísimos” dicho esto de dos bocados engulló otra pieza de harina envuelta de queso oaxaqueño.
A lo ancho de la plaza de Armas sobre 20 stands las cocineras de diversos municipios tapizaron con anuncios no menos de 32 variedades de tamal como parte del festejo del Día de la Calendaría: una mezcla de tradiciones cristianas y prehispánicas vinculadas al nacimiento de Jesús y al inicio de la temporada de siembra. Pero el intenso aroma a especias y las enormes cacerolas de mole rojo (de Teloloapan, Guerrero) tupidas de envoltorios humeantes, conquistaron a toda una multitud de comensales.
Para todos los paladares exigentes había desde tamales veganos (vegetarianos) hasta “inventos” irresistibles al gusto como el tamal “el caminito” con el sazón casero de Morelos, Yucatán y el Estado de Tabasco: es una pieza envuelta en “hoja santa” con tiras de pollo deshebrado; relleno de frijol, maíz y un olor penetrante de chile habanero; la cebolla morada y los trocitos de jitomate indican…El Caminito. Así lo explicó Xionella Fernández cocinera de San Andrés de la Cal municipio de Tepoztlán.
Manos morelenses y mujeres de gran talento de 35 poblaciones nahuatlacas le imprimieron su sabor, de intenso trabajo y mucho amor para servir poco más de 15 mil porciones de cuando menos 32 variedades de tamales regionales como parte de la segunda Feria Gastronómica del Tamal Morelense, en esta fiesta de la purificación con motivo del Día de la Candelaria en el Zócalo de Cuernavaca.
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