Clínica de Supervivientes de Cáncer Infantil del Issste, a la vanguardia en México
El Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Issste), a través de la Clínica de Supervivientes de Cáncer Infantil, del Centro Médico Nacional (CMN) “20 de Noviembre” –la única en México especializada en atender secuelas de tratamientos oncológicos− apoya a pacientes a recuperar su máxima capacidad funcional y lograr una óptima reintegración social, educativa y productiva, informó el director general, Pedro Zenteno Santaella.
La jefa del Servicio de Oncología Pediátrica de este nosocomio, Farina Esther Arreguín González, precisó que, en los supervivientes de cáncer infantil, se han identificado múltiples secuelas asociadas a tratamientos; 31 por ciento son físicas, por ejemplo, amputaciones; 25 por ciento de tipo metabólico y endócrinas, como hipertensión, diabetes e infertilidad; y seis por ciento neuro-cognitivo, especialmente secundarias a tumores oncológicos cerebrales.
Detectar oportunamente estas secuelas, brindar tratamiento y rehabilitar a niñas, niños y adolescentes que vencieron al cáncer hasta lograr su digna rehabilitación integral es el objetivo de la Clínica de Supervivientes del Issste.
“Consideramos vital el seguimiento en esta clínica multidisciplinaria integrada por más de 30 servicios del CMN ‘20 de Noviembre’, para pacientes pediátricos y adultos, ya que algunos que transitan por el cáncer infantil, cuando lo superan, pueden haber entrado a la edad adulta”, enfatizó.
A finales de 2021, se contaba con un registro de 232 pacientes supervivientes, de los cuales se graduaron 36, es decir, fueron dados de alta; el resto continúa su seguimiento.
Un paciente ingresa aquí cuando ha cumplido, al menos, dos años de vigilancia y sin evidencia alguna de actividad tumoral, o cinco años de observación en el caso de los derechohabientes que recibieron trasplante como parte del tratamiento oncológico.
Aquí cada uno continúa su seguimiento hasta cumplir 10 años de vigilancia. Durante este periodo se realizan los estudios y valoraciones pertinentes para detectar y tratar secuelas tardías asociadas a tratamiento oncológico, además de fomentar estilos de vida saludables y educar a los pacientes en los pasos que deberán seguir de forma rutinaria durante su vida adulta, explicó la especialista.
Tras 10 años de vigilancia, los pacientes son dados de alta de oncología pediátrica en una ceremonia llamada “Graduación de la Clínica de Supervivientes”, en donde reciben una carpeta con un resumen de su expediente médico, el cual podría ser útil si en algún momento de su vida se llegara a presentar otro padecimiento. También reciben un diploma y medalla, informó Arreguín González.
Al ser dados de alta, los pacientes regalan una foto que se coloca en el árbol de la vida ubicado en el área de hospitalización para inspirar y motivar a niñas o niños con recientes diagnósticos. La atención integral a la derechohabiencia infantil con padecimientos oncológicos, es prioridad del Issste, concluyó.