David Salcedo | Acustik Noticias
Nadie puede negar que una de las banderas intangibles de nuestro país es su gastronomía, quién se puede resistir a la delicia de un taco, unos chilaquiles o un buen caballito de tequila o mezcal. Estas dos bebidas, en conjunto con otros alimentos, tienen una Denominación de Origen (DO); es decir, si no se elaboran en algunas regiones del país con ciertos requisitos, no se pueden llamar así, y es que México tiene dieciséis productos con Certificación DO.
Desde que inició este año, diversos alimentos, como la chía y el amaranto, entraron en la lista de la Canasta Básica Alimentaria a causa de que las nuevas políticas públicas están enfocadas en construir desde las necesidades y particularidades de los espacios locales.
En ese sentido, la investigadora del Instituto de Investigaciones Económicas (IIE), Jessica Mariela Tolentino Martínez explicó que en México existen alimentos con identidad territorial, los cuales no pueden ser replicados en territorios diferentes y tienen una estrecha vinculación entre su calidad y el método de producción que usan los habitantes de la localidad.
Asimismo, la especialistas dijo que existen diversas formas para la valorización de los alimentos y la Certificación (DO), la cual es la más reconocida. Nuestro país cuenta con dieciséis, de las cuales trece son del sector agroindustrial.
La Certificación DO es el nombre de un país, una región o un lugar determinado que se utiliza para designar a un producto originario, cuyas cualidades y características se deben exclusivamente al medio, incluidos factores naturales como geografía, clima o materia prima, mano de obra, arte, ingenio, tradición, entre otros.
En la cocina mexicana hay alimentos e ingredientes con sabores tradicionales extraídos de las diferentes regiones y los microclimas del país, como el arroz del Estado de Morelos; el cacao de Grijalva; el café de Veracruz; el café de Chiapas; el chile habanero de la Península de Yucatán; el Mango Ataúlfo del Soconusco Chiapas; la vainilla de Papantla; y la más reciente Denominación de Origen, el chile de Yahualica.
También están las bebidas tradicionales de sabor y olores únicos, que son cultivados en diferentes regiones, incluyen la Bacanora, la Charanda, el Mezcal, el Sotol y el Tequila.
Los productos elaborados a mano por artesanos de todo el país, con esta denominación son la Talavera, el Olinalá y el Ámbar de Chiapas.
Cuando se le otorga la protección a una Denominación de Origen, el titular es el Estado mexicano. Dicha protección pueden solicitarla los gobiernos estatales, municipales o las asociaciones de productores.
Por esa razón la especialista explicó que la obtención de una marca colectiva es la forma en que un grupo de productores rescaten productos típicos de una región, con la finalidad de su preservación y aseguramiento del patrimonio natural.
Como parte de esta nueva realidad política, el Instituto de Investigaciones Económicas (IIE) de la Universidad Autónoma de México (UNAM), en colaboración con la Red Sistema Agroalimentarios Localizados (SIAL)-México, organizará el 34° Seminario de Economía Agrícola Alimentos con identidad territorial frente al nuevo escenario político, donde participarán pequeños productores para acercarse a los consumidores, investigadores, gestores públicos, privados, y a promotores de este mercado.
Con información de Gaceta UNAM
Fotografías: Gobierno de México