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La madrugada de este lunes se anunció la suspensión de pagos por parte de Thomas Cook, una de las mayores agencias de viajes y la más antigua del mundo.
Los medios internacionales alertaron que el cierre de la empresa sucedió sin previo aviso, dejando a alrededor de 600 mil clientes afectados en diecisiete países.
Este lunes, Thomas Cook informó que está en un periodo de liquidación forzosa tras una crisis financiera que culminó en la quiebra.
El día de ayer, la empresa británica realizó sus últimas negociaciones en las que fracasó, por lo que quedó en bancarrota y puso en riesgo 22 mil empleos.
Tras el anuncio, aproximadamente 105 aviones quedaron ‘en tierra’ y la Autoridad de Aviación Civil de Reino Unido informó que se puso en marcha de inmediato un programa de repatriación para que los miles de viajeros británicos afectados puedan volver a su país.
Sin embargo, respecto a los usuarios de la agencia que tenían vuelos contemplados a partir de este 23 de septiembre, se les pidió no acudir a los aeropuertos, puesto que no podrían tomar los vuelos contemplados.
La Autoridad de Aviación Civil detalló que todas las reservas que los usuarios realizaron con el grupo Thomas Cook, entre ellos vuelos y vacaciones programadas, quedarían cancelados a partir de este día.
Alrededor de 150 mil británicos serán repatriados para evitar que queden varados en distintas naciones. Las autoridades de dicha nación consideran esta labor como la mayor operación de su tipo desde la Segunda Guerra Mundial.
El consejero delegado del grupo Thomas Cook, Peter Frankhauser, pidió disculpas de manera pública a los millones de clientes y trabajadores que se encuentran en problemas tras la quiebra de la agencia.
La empresa tenía 178 de trayectoria; durante sus últimos días de vida se vida tuvo dificultades en el mercado actual de viajes, además de presentar una deuda desde hace años y obstáculos para generar certidumbre por el Brexit.
En agosto, Thomas Cook logró no caer en bancarrota al acordar un rescate por 900 libras esterlinas, el cual pagarían sus accionistas, el mayor de ellos era la compañía Fosun de China.
Tras el pago, los bancos pidieron a la agencia de viajes el pago de otras 200 libras esterlinas ‘como fondo de contingencia’.
Hasta el día de ayer, Thomas Cook intentó que Fosun y las demás accionistas incrementaran el saldo para rescatarla, pero se negaron y la agencia tuvo que liquidar sus bienes.
Con información de BBC Mundo, Clarín y EFE
Fotografía: Facebook Thomas Cook y Flickr