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El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, asumió ser responsable de la muerte de los migrantes salvadoreños que fueron noticia mundial, tras ser fotografiados muertos en el río Bravo.
Óscar Alberto Martínez y Valeria, su hija, de casi dos años de edad, fallecieron ahogados tras intentar pasar la frontera sur de Estados Unidos en búsqueda, como miles de indocumentados, del sueño americano.
Este domingo los cuerpos de las dos víctimas llegaron a su natal país, donde se llevaron a cabo sus funerales y el sepulcro.
Tras este hecho, Bukele manifestó sus condolencias ante las familias de las víctimas, y, a través de una entrevista con el medio BBC, expresó su indignación por el trato que se le da a los migrantes en México y Estados Unidos; sin embargo, aceptó que no se debe culpar a otras naciones sino a la propia.
Por lo anterior, Bukele, quien hasta hace algunos días aún se autoproclamaba en Twitter como el presidente más cool del mundo, afirmó que quienes deben de hacer frente a esta crisis de exilio son los gobiernos de las naciones en las que se presenta el fenómeno.
El joven mandatario, que tomó la presidencia el pasado 2 de junio, argumentó que el desenlace de esta familia y otras más que han tenido que migrar es culpa de su gobierno, afirmando ser parte del problema, pues señaló que la gente huye de sus países por falta de recursos básicos.
Podemos culpar a cualquier otro país, pero ¿qué hay de nuestra culpa? ¿A qué país huyeron? ¿Huyeron de Estados Unidos? Huyeron de El Salvador, huyeron de nuestro país. Es culpa nuestra”.
Asimismo, Bukele señaló que la migración debería ser ‘una opción, no una obligación’ tal como se presenta en este problema internacional, en el que las personas, aceptó, se van de sus naciones a falta de políticas públicas que garanticen la seguridad, desarrollo laboral, educación, incluso servicios vitales como el agua.
Con información de Excélsior, BBC News y Vanguardia
Fotografía tomada de El Financiero y Aristegui Noticias