Luis Bello | |Acustik Noticias
Este lunes, luego de comparecer ante el tribunal egipcio por el cargo de espionaje, el islamista Mohamed Mursi, elegido democráticamente un año antes de su derrocamiento del gobierno de Egipto en julio de 2013, falleció a los 67 años; tras sobrevenirle un desmayo que lo dejó en coma.
Mursi llegó ante el juez con quién cruzó algunas palabras antes de ir a un receso para la deliberación del caso, este se posicionó en su lugar de imputado y durante el transcurso de la reunión se comenzó a sentir mal, colapsando de pronto y muriendo casi al instante. Según medios locales, reportaron el traslado del expresidente a un hospital de la región, donde ya no se pudo hacer nada por reanimarlo.
Por su parte, el fiscal general de Egipto, Nabil Sadeq, reveló que Morsi ‘llegó al hospital muerto y se comprobó la inexistencia de heridas recientes a la vista en el cuerpo del fallecido’. También, mencionó que las cámaras de seguridad del salón de juicios orales y jaulas de los acusados, serán examinadas para esclarecer el momento de su fallecimiento, además de apoyarse en el testimonio de los presentes al momento de los hechos.
En tanto, la organización Human Rights Watch condenó enérgicamente la muerte de Morsi pues tenían el conocimiento de que su familia ya había presentado, ante las autoridades egipcias, algunas peticiones de tratamientos médicos para mejorar su salud, la cual se deterioraba al paso del tiempo pues el exmandatario padecía diabetes e hipertensión arterial alta, las cuales agravaron la pérdida de un ojo izquierdo por falta de suministro de insulina. La situación tan ‘inhumana’ vivida por Morsi en la cárcel conocida como ‘el Escorpión’ (considerada como una de las más peligrosas del mundo y donde son llevados muchos de los dirigentes y militantes de la llamada Hermandad Musulmana), fue relatada en un documento elaborado por un panel de parlamentarios y abogados internacionales, en marzo de 2018.
Mohamed Morsi, llegó al poder luego de ganar la contienda electoral de junio de 2012, pero tras un año de gobierno fue derrocado por un golpe de estado liderado por el general Abdelfatá al Sisi, quien fuera jefe del Ejército y actualmente es presidente de Egipto. Su periodo de gobierno, además de ser breve, se caracterizó por protestas de ciudadanos pertenecientes a minorías cristianas, mujeres y sectores liberales que consideraban sus políticas de no ser incluyentes y radicalistas.
Finalmente, Morsi contaba con otros dos procesos judiciales relacionados con la corrupción y filtración de información de su país a la célula terrorista Hamas y por, supuestamente, haber colaborado en la fuga masiva de una prisión en 2011, dentro de la denominada Primavera Árabe.
Con información de El Mundo, Vanguardia y El Heraldo de México
Fotografía con imágenes tomadas de @MuhammadMorsi, @Imanerachidi, @todonoticias y Europa Press