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Este lunes inició en el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) el debate sobre el Tren Maya, megaproyecto del Gobierno Federal que busca detonar el sureste mexicano.
Por medio de mesas de análisis, investigadores de distintas instituciones realizaron observaciones en torno a la construcción de mil 554 kilómetros de vía férrea por donde pasará el tren que conecte a varias entidades del país.
El INAH se abre al debate sobre el proyecto #TrenMaya.
Participaron autoridades del #INAH y del @FonaturMX , especialistas del @IPN_MX la @UNAM_MX y conocedores de proyectos similares implementados en países como Perú. Información: https://t.co/gpkwyRAlGy pic.twitter.com/jEW6wpjX7l— INAHmx (@INAHmx) March 26, 2019
El doctor Bolfy Cottom Ulín, coordinador de las mesas, mencionó que el debate se tituló ‘El Tren Maya. Realidades y Mitos’ y se inició gracias a la necesidad de ‘despejar incógnitas’ sobre el proyecto. Además, puntualizó que en el análisis se tendrían como tema principal los planteamientos del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) para la construcción del tren.
La Dirección de Estudios Históricos (DEH) y la Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural (Cncpc), iniciaron el debate con dos temas: el impacto a la flora y fauna de los territorios por donde atravesará el Tren Maya y la preservación del patrimonio cultural que ‘yace oculto’ en el lugar.
FONATUR destacó en el foro “El @TrenMayaMX, realidades y mitos” que el proyecto cuidará el patrimonio arqueológico e histórico a lo largo del trazo, de la mano del @INAHmx pic.twitter.com/WKZ3ZzQSpz
— FONATUR (@FonaturMX) March 25, 2019
Pedro Sánchez Nava, coordinador del Consejo de Arqueología del INAH, mencionó que dicho instituto requerirá de al menos mil 500 millones de pesos para salvaguardar las construcciones históricas y paleontológicas cercanas al proyecto, aunque no descartó que el presupuesto incremente.
Detalló que en donde pretenden construir el Tren Maya se tienen registradas 30 zonas arqueológicas, dos sitios históricos, quince áreas naturales protegidas y tres lugares que son patrimonio mundial: Palenque, Calakmul y Chichén Itzá.
Sánchez detalló que el INAH no tiene la facultad de autorizar proyectos del Gobierno Federal, pero su función es la conservación y el uso adecuado de sitios históricos. Criticó además que el Fonatur no tenga precisiones sobre el proyecto.
Casa llena en el seminario: Patrimonio Cultural de @INAHmx, con el tema "El #TrenMaya, realidades y mitos", donde Fonatur invita a la comunidad científica, académica y sociedad civil a dialogar en torno a este proyecto. pic.twitter.com/L4oXogBT5B
— Tren Maya (@TrenMayaMX) March 25, 2019
Lo que está haciendo el INAH es acompañar de manera preliminar toda esa serie de trabajos con apoyo de cinco centros INAH, pero no se ha hecho nada hasta el momento, porque no tenemos la carnita, cuáles serán las comunidades afectadas” [sic].
Varios investigadores secundaron las quejas de Sánchez Nava, ante las que Javier Velázquez Moctezuma, coordinador científico del Fonatur, respondió la ruta iniciará en Palenque, pasará por Tenosique, Escárcega, Campeche, Mérida, Izamal, Chichén Itzá, Valladolid, Playa del Carmen, Tulum, Bacalar y llegará a Calakmul.
Velázquez detalló que se construirán quince estaciones sobre las vías y carreteras que ya existen en la zona sureste.
Justificó que no se haya dado una ubicación exacta de las estaciones porque el precio de los terrenos se dispararía y aún no se hace la consulta a los pueblos indígenas.
Además, aclaró que no asistió al debate del INAH para conocer si se aprueba o no el Tren Maya, sino para dar información del proyecto que ya es un hecho.
El tren se va a hacer. Perdonen si creían que veníamos a consultar para ver si el tren se hace o no. Hubo una equivocación. […] Si dicen no al tren, tienen que hablar con el presidente, no conmigo; no soy el representante, yo vine a resolver dudas sobre el Tren Maya” [sic].
Con información de El Economista, Excélsior y Político MX.
Fotografía especial con imágenes tomadas de página oficial de Andrés Manuel López Obrador y El Economista.