El juicio de Joaquín Guzmán Loera finalizó el pasado 12 de febrero, luego de que la corte federal de Brooklyn encabezada por el juez, Brian Cogan, y los doce jurados determinaran la culpablilidad del capo en los diez cargos que se le imputaron; sin embargo, el calvario no termina para el narcotraficante, quien ahora verá caer en el mismo abismo a dos de sus hijos.
Se trata de Joaquín Guzmán López, de 34 años, y Ovidio Guzmán López, de 28, quienes se encuentran prófugos de México y este jueves fueron inculpados por la misma corte que juzgó al líder del Cártel de Sinaloa bajo el cargo de narcotráfico.
Ambos sujetos ya habían sido señalados por la justicia estadounidense desde 2018, por su presunta actividad en el tráfico de cocaína, metanfetaminas y mariguana a Estados Unidos en el periodo de 2008 a 2018.
Pese a que son señalados por la fiscalía de Brooklyn, su caso será llevado por el juez de distrito, Rudolph Contreras.
Según información del Departamento de Seguridad Interna, los hijos del capo son culpados de asegurar la distribución de cinco kilos de cocaína, alrededor de 500 gramos metanfetamina y 1000 kilogramos de marihuana aproximadamente.
En la investigación también participaron las Fuerzas de Tareas de Control de Drogas contra el Crimen Organizado (OCDETF), grupo encargado del combate al narcotráfico a gran escala.
Por su parte, los litigantes, Anthony Aminoff y Anthony Nardozzi, de la Sección de Estupefacientes y Drogas Peligrosas (NDDS) de la organización se encuentran investigando el caso.
Aunque El Chapo fue declarado culpable por el tráfico de más de 130 toneladas de drogas a Estados Unidos, el jurado de Nueva York aún está al pendiente de dictar sentencia, misma que se cree podrá significar cadena perpetua.
Con información de El Nuevo Diario, La Silla Rota y Milenio
Foto: La Silla Rota