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Luiz Inácio Lula da Silva fue trasladado vía helicóptero a la sede de la Policía Federal de Curitiba, Brasil, el 7 de abril de 2018 para cumplir una condena de 25 años de prisión por los delitos de corrupción y lavado de dinero.
Lula se desempeñó como llegó a la presidencia de Brasil en 2003 con el Partido de los Trabajadores y culminó el cargo en 2010.
Ocho años después fue sentenciado por el juez Sergio Moro, quien lideraba los procesos de operación de Lava Joto y ahora se desempeña como ministro de Justicia y Seguridad Pública con Jair Bolsonaro.
El exmandatario fue acusado de recibir sobornos y un departamento de la Constructora OAS a cambio de entregar contratos con la empresa estatal Petrobras.
Antes de su detención, Lula estuvo atrincherado por 48 horas en el sindicato de metalúrgicos en Sao Bernardo do Campo, perteneciente a Sao Paulo, Brasil.
Este domingo, el pueblo de #Brasil y de otros países del mundo se moviliza en un masivo acto político-cultural a un año del cuestionado encarcelamiento del expresidente de ese país, Luiz Inácio Lula da Silva, quien permanece prisionero en la sede de la Policía. #LulaLivre pic.twitter.com/TIaSzEmv8M
— Darlin Gonzalez (@DarlinGonzalez9) April 7, 2019
Actualmente, el exfuncionario, de 73 años, se encuentra en una celda adaptada para él.
En 2018 intentó volver a contender por la silla presidencial de Brasil pero su candidatura fue vetada por el poder judicial. Los comicios los ganó el candidato de ultraderecha.
En una carta que Lula emitió a un año de estar en prisión reitera su inocencia y aseguró que la Corte Suprema le negó un hábeas corpus, procedimiento jurídico para acceder a una comparecencia ante un juez donde se determinara la legalidad de su detención.
Nada han encontrado para incriminarme: ni conversaciones de bandidos, ni maletas de dinero, ni cuentas en el exterior. A pesar de todo, fui condenado en un plazo récord, por Sergio Moro y por el TRF-4, por ‘actos indeterminados’ sin que encontraran ninguna conexión entre el apartamento que nunca fue mío y supuestos desvíos de Petrobras”.
Lula detalló que toda la problemática inició con el ‘golpe’ en contra de la expresidenta Dilma Rousseff en 2016 que realizaron los partidos de derecha para imponer un modelo de desarrollo para Brasil distinto al impulsado por el Partido de los Trabajadores.
Lula da Silva sale temporalmente de prisión para asistir al entierro de su nieto
Con información de Milenio, Excélsior y Proceso.
Fotografía tomada de Twitter @elnuevoherald.