Las denuncias por pederastia en contra del párroco Francisco Carreras no procedieron; sin embargo, ahora su suerte podría cambiar tras darse a conocer dos nuevos casos de abuso en Salamanca ocurridos en los ochentas.
Con estas nuevas acusaciones el padre estaría acusado de abusar de cinco víctimas en total: tres en Salamanca y una en Sequeros. cuando era párroco en Calzada de Valdunciel, en la provincia de Salamanca, en los años ochenta.
Las víctimas que podrían reabrir el caso denunciaron que los hechos sucedieron mientra el sujeto fue párroco de la Calzada de Valdunciel, municipio de Salamanca, entre 1983 y 1987.
Tomás, una víctima de los abusos del padre Francisco, relató en una entrevista para el medio El País que el padre era un ser querido en el pueblo y que los mismos padres de la comunidad obligaban a sus hijos a ir a la vivienda del hombre, ubicada a escasos cien metros de la iglesia.
El hombre que ocultó su identidad bajo el nombre de Tomás, comentó que la culpa no fue de sus padres ni de los niños a los que abusó, pues asegura que la gente de la comunidad era muy pobre y devota de la santa iglesia católica; incluso, señaló que sus propios progenitores aseguraban que la vivienda del hombre era un lugar realmente seguro.
Tomás contó que el padre atraía a los niños del pueblo porque contaba con los videojuegos más novedosos y siempre tenía caramelos y Coca Cola, artículos a los que la sociedad del municipio no podía acceder fácilmente.
Según el hombre, el padre llamaba a los menores a reunirse en su casa para después amenazarlos con obedecer sus peticiones pues, de no hacerlo, los obligaba a ver películas de terror o documentales con los que lavaba sus cerebros para hacerlos creer que estaban obedeciendo a satán.
Lo anterior provocaba miedo en los niños, situación que los forzaba a ceder ante sus abusos grupales.
Abusaba de todos nosotros, en grupos de cuatro o cinco, y no decíamos nada, a quién se lo ibas a contar. Nos masturbaba, nos hacía felaciones, nos ponía documentales de culturismo para que nos gustaran los hombres”.
Tomás recordó el testimonio de su amigo José a quien las constantes violaciones del padre provocaron trastornos psiquiátricos, debido a la violencia que imperaba en los encuentros sexuales.
Era violento, a veces te pegaba, a mí dos o tres veces. Es un canalla diabólico y ojalá le metieran en la cárcel de por vida”.
Tomás aseguró que el sujeto abusó de más de diez niños en el pueblo.
Con información de El País, La Silla Rota y Salamanca 24 horas
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