Por Tomás Antonio Martín. Corresponsal
Yucatán. 16 de diciembre de 2018.- Esta antigua ciudad maya, considerada una de las Siete Maravillas del Mundo Moderno, fue el escenario desde donde Yucatán se unió al ritual encabezado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, para pedir permiso a la Madre Tierra para la construcción del Tren Maya.
Autoridades federales y estatales llegaron hasta este sitio, Patrimonio Cultural de la Humanidad, para acompañar a un grupo de sacerdotes mayas, encabezados por Tiburcio Can May, que se encargaron de realizar el ritual que inicia con un llamado a los cuatro puntos cardinales para interceder ante la Madre Tierra.
Los copales y su aroma a incienso, los sonidos de los caracoles, los tambores también se encargaron de convocar a los cuatro vientos, y a los espíritus sabios de la selva, para que esta obra sea bien recibida.
El balché, una bebida tradicional maya, fue servida a las autoridades presentes, acción con la que completaron el protocolo de esta ceremonia que se realizó de manera simultánea en sitios precolombinos de Yucatán, Campeche, Quintana Roo y Chiapas.
Al acto acudió el presidente del Patronato de las Unidades de Servicios Culturales y Turísticos de Yucatán, Mauricio Díaz Montalvo, en representación del gobernador Mauricio Vila Dosal, quien se trasladó a Palenque para acompañar al jefe del Ejecutivo Federal en el acto conmemorativo.
También encabezó el ritual en esta zona arqueológica, el llamado coordinador del Gobierno Federal en Yucatán, Joaquín Díaz Mena, así como autoridades del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), entre otros.
Todos ellos acompañaron en la petición al grupo de sacerdotes mayas, a los que les fue encargado este primer paso para dar vida a uno de los proyectos de infraestructura más ambiciosos de la administración de López Obrador.
La idea del hoy presidente de México es crear un ‘tren moderno, turístico y cultural’, que comunique a los principales centros arqueológicos de la cultura maya en cinco estados del sureste mexicano.
De ese modo, detonar el desarrollo económico de los principales destinos turísticos regionales, teniendo como principal oferta sitios como Cancún, Tulum, Calakmul, Palenque y el propio Chichen Itzá.
El objetivo es terminar la ruta del Tren Maya a más tardar en cuatro años y, según informó López Obrador durante el anuncio del proyecto, éste costaría entre 100 mil y 120 mil millones de pesos.