Libro Nadia Nadie cuenta historia de una niña frente al cambio tecnológico

Por: Héctor Meza| Acustik Noticias

CDMX. 31 de Diciembre de 2018.-Nadia, una niña de 13 años que atraviesa diversas situaciones siendo la hermana mayor en una familia disfuncional, se enfrenta a diversas problemáticas entre ellas el hacer de padre y madre con sus hermanos, el ciberbullying en su escuela y el alcoholismo de su papá.

Siendo el ciberbullying un punto importante por este cambio tecnológico, lo que la deja rezagada en su escuela de los demás niños que tienen dispositivos de moda y la hace quedar como la rara.

“El personaje de Nadia es peculiar, raro porque no está en esta actualidad, solo utiliza la computadora pero no tiene la tecnología más moderna lo que hace que la marginen en la escuela, no obstante al mismo tiempo encuentra otros lenguajes de la infancia”, dijo la autora Judith Segura en entrevista para Acustik.

Segura destacó que la reflexión que busca hacer es la importancia de la palabra, misma que para los niños que viven en las grandes urbes es una parte de salvación, sin estar en contra de la tecnología ya que es un aporte esencial, si no que se recupere a través de historias, poemas, ya sea oral o escrita siempre y cuando tenga que ver con el lenguaje.

Y con ello también el hacer reflexionar a los adultos sobre lo que hacen con la infancia al volverlo todo tan tecnologizado, en donde el niño necesita ambientarse nuevamente con su naturaleza de vivir.

La autora expresó que la protagonista es la más normal porque vive conforme a la naturaleza, mientras que los niños antagónicos serían más bien los raros porque viven a través de conceptos y prejuicios como la popularidad, el ser normal, simpáticos ante los otros y siempre llevar una máscara.

Mientras sobre la edad que tiene la protagonista mencionó que se está en una metamorfosis y se vive una soledad al mismo tiempo en que se quiere pertenecer a un grupo también, pero que el aislamiento es muy necesario porque se están comenzando a observar a sí mismos.

El libro surge con un personaje que llega a la autora, una imagen o recuerdo que tuvo de su infancia como el problema del alcoholismo en el colegio, donde la autora vio a varias amigas que tenían ese problema en su vida y para ella, fue importante que se desarrollara de modo indirecto.

En el que a través de la visión de una niña como Nadia mencionara a su papá encadenado a un sillón con un vaso de una bebida color ámbar que le ha ocasionado perder empleos, conseguir otros y los enfrentamientos constantes con su mamá.

Segura añadió que todo el libro está narrado en tercera persona y esta distancia está intercalada con fragmentos del diario de Nadia.