CDMX. 21 de diciembre de 2018.- La labor de la Filmoteca de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) de resguardar la memoria fílmica del país fue reconocida este año por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
Con el reconocimiento Memoria del Mundo región América Latina y el Caribe, el organismo internacional distinguió el trabajo de la filmoteca en el rescate, restauración y preservación de las colecciones cinematográficas testimoniales de la Revolución Mexicana (1898-1932).
Ese acervo contiene más de 13 horas de imágenes en movimiento con personajes fundamentales para entender la historia de México, en el que destaca el viaje triunfal desde Ciudad Juárez hasta Ciudad de México de Francisco I. Madero, uno de los principales caudillos del movimiento armado de 1910.
En otras escenas se aprecia al comandante de la División del Norte, Francisco Villa y al símbolo de la resistencia campesina, Emiliano Zapata comiendo en Palacio Nacional junto a Eulalio Gutiérrez; o a los generales Álvaro Obregón y Venustiano Carranza entrando triunfantes a Ciudad de México.
Adolfo de la Huerta, Plutarco Elías Calles, José Vasconcelos, personajes que influyeron en la historia de México, fueron captados por las cámaras cinematográficas.
Desde la década de los 70 del siglo pasado, la Filmoteca UNAM se ha dedicado a rescatar, restaurar, preservar y difundir las películas hechas por cinefotógrafos mexicanos como Salvador Toscano, los Hermanos Alva, Jesús H. Abitia, Antonio F. Ocañas, Guillermo Becerril y otros más, que registraron de forma directa los principales acontecimientos de la primera revolución filmada en el mundo.
En 2015, el Comité Mexicano Memoria del Mundo de la Unesco determinó otorgar el reconocimiento a las mencionadas colecciones. Dos años después, la Filmoteca presentó la documentación necesaria para que estas fueran consideradas como Memoria del Mundo región América Latina y el Caribe 2017.
El registro de la Memoria del Mundo es una lista del patrimonio documental creado por la Unesco en 1992 para salvaguardar esa riqueza universal, en múltiples soportes que cumplen con criterios como valor testimonial, preservación adecuada y disponibilidad al público.
Con información de Notimex.