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Villahermosa, Tabasco. 18 de noviembre de 2018.- La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) informó que 48 manatíes murieron por diversos factores ambientales que los llevaron a una situación máxima de estrés.
Un ambiente contaminado, sequía, altas temperaturas, plaguicidas y exceso de nutrientes que favorecieron el florecimiento de algas nocivas, fueron los factores que provocaron su muerte.
Además, los estudios y monitoreos del área realizados por la Profepa determinaron un ambiente contaminado y condiciones climáticas adversas, además de la presencia de cuatro especies de cianofíceas (algas verde-azuladas) generadoras de cianotoxinas de alta peligrosidad.
Por medio de un comunicado la dependencia detalló que:
“Los especialistas e investigadores identificaron factores que explican el desarrollo de numerosos florecimientos de algas a lo largo del sistema de Bitzales; encontraron como principal vía de intoxicación por diferentes especies de peces y manatíes, la alimentación como el elemento crítico”.
De acuerdo con información de Animal Político, entre el 18 de mayo y 26 de octubre de 2018 se registraron 48 cadáveres de manatíes en Tabasco, de los cuales se encontraron 25 en Macuspana; 11 en Centla; seis en Jonuta; tres en Centro; uno en Paraíso y uno en Balancán.
Al respecto, la Profepa señaló que más del 70 por ciento de los cadáveres encontrados correspondían a edad juvenil o pre adulto, con longitudes menores a los 2.60 metros.
El grupo interdisciplinario de expertos concluyeron las causas técnicas y científicas mantuvieron13 reuniones en el lapso de tiempo señalado, gracias a las que descartaron injerencia alguna de actividades petroleras.
Al respecto, a Profepa detalló que de 35 estudios que se realizaron al agua, sólo en uno hecho por el Instituto Tecnológico de Boca del Río, marcó una alta concentración de metales pesados.
Por ende, a Petróleos Mexicanos (Pemex) no se le acusa responsabilidad alguna sobre la mortandad de los 48 manatíes, pues la existencia de metales pesados en la cuenca se encuentra en niveles por debajo de los límites máximos permitidos por las normas oficiales mexicanas de acuerdo a los 34 estudios restantes.
Basados en estos resultados, la Profepa lanzó una serie de recomendaciones para evitar el incremento en la mortandad de los manatíes. Entre ellas, destacan el monitoreo técnico y científico para detección de florecimiento de nuevas algas nocivas, control del ecosistema de especies invasoras, la puesta en marcha de proyectos ecológicos, censos, reforestación en orillas de los ríos, entre otras.
Puntualizó que en este momento los estudios muestran que los niveles han vuelto a su estado original y no existen los límites que presentaron el problema multifactorial de muerte de manatíes, pero se mantendrá el monitoreo de las aguas.
Desde el pasado 26 de octubre no se ha encontrado a ningún otro ejemplar muerto. Se estima que en la zona existe una población de entre 500 y mil ejemplares de manatíes en la cuenca.
Con información de Animal Político y El Diario de Yucatán.