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Ciudad del Vaticano. 28 de noviembre de 2018.- Este miércoles, durante la audiencia general del papa Francisco, un menor de siete años de edad fue el protagonista de la sesión.
Wenzel Eluney estaba sentado en las primeras filas de la sala y, cuando su madre se despistó, escapó de su asiento para llegar corriendo cerca del recinto principal.
El pequeño ingresó al Aula Pablo VI para acercarse al pontífice y jugar con uno de los guardias que estaban junto al papa Francisco.
En un video, se aprecia cómo el chico toma de la mano al guardia y sale corriendo en numerosas ocasiones mientras la gente ríe por las travesuras del pequeño.
Durante varios minutos, el niño permaneció cerca del papa Francisco, hasta que su madre fue por él.
La madre se acerca a su hijo y, dialogando con Francisco, intenta llevárselo; sin embargo, este vuelve a escapar.
La madre explicó que el pequeño sufre de autismo, por lo que le es imposible hablar.
Ante la situación, el pontífice dijo que el niño podía seguir jugando durante la ceremonia.
Con un gesto amable, el papa Francisco dijo:
“Déjalo, si quiere jugar acá, déjalo. Es argentino: indisciplinado”.
Al terminar la ceremonia, cuando Francisco dio los saludos en español, dijo:
“Este chico no puede hablar, es mudo. Pero sabe comunicar, sabe expresarse y tiene una cosa que me hizo pensar: es libre, indisciplinadamente libre. Pero es libre, y me hizo pensar a mi: ¿Yo soy también libre, así, delante de Dios? Cuando Jesús dice que tenemos que hacernos como niños nos dice que tenemos que tener la libertad que tiene un niño delante de su padre. Creo que nos predicó a todos este chico. Y pidamos que tenga la gracia de poder hablar”.
Con información de RT, YouTube y Excélsior