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Ciudad de México. 19 de octubre de 2018.- El caso de Juan Carlos N, conocido como el monstruo de Ecatepec, y su esposa y cómplice Patricia N, ha causado conmoción a nivel nacional y cada vez da más de qué hablar. Este viernes Juan Carlos rindió su primera declaración ministerial en la que se revelaron más detalles sobre las historias de sus víctimas y su modus operandi.
A dos semanas de la detención de esta pareja de feminicidas en Ecatepec, Estado de México, Juan Carlos relató a la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (Fgjem) que durante nueve meses estuvo adscrito al Segundo Batallón del Cuerpo de Guardias Presidenciales. Dependencia en la que aprendió la llave con la que asfixiaba a sus víctimas y las técnicas con las que posteriormente las descuartizaba.
El Estado Mayor Presidencial no ha confirmado esta información, pero la Fgjem reconoce como verídica la declaración del detenido.
Asimismo, el relato permitió identificar ciertos patrones en la selección de sus víctimas como el gusto físico; el tipo de celular que tenían, ya que los robaba para venderlos en el mercado negro, ‘los celulares los vendí en 400 pesos’; y uno de los motivos principales por los que ultimaba a sus víctimas, que era cuando portaban poco dinero en su persona, hecho que ‘lo enfurecía’. ‘Tenía 50 míseros pesos, me molesté mucho’.
Juan Carlos dijo que comenzó a matar cuando tenía 22 años de edad (actualmente tiene 33 años) y que una de sus primeras víctimas fue su novia de 19, a quien asfixió en el interior de su domicilio. ‘La maté porque me engañaba […] y le echaron la culpa al otro’.
Declaró que le gustaba comer la carne de sus víctimas, misma que catalogaba como carne de primera, de segunda y de tercera calidad. El juicio que determinaba las ‘calidades’ se basaba enteramente en la belleza de sus víctimas. ‘Hay muchos tipos de carnes, depende la mujer […] entre más bonitas y buenonas, primera clase’.
También relató que conoció a su esposa Patricia N en 2008 y que fue en 2012 cuando participaron en un hecho delictivo por primera vez. Detalló que aquel homicidio se dio por medio de unos letreros que pegaron en la Central de Abasto de Ecatepec solicitando a una mujer que cuidara a una familiar enferma, cuando la víctima se presentó fue asesinada en el lugar.
Juan Carlos declaró que de 2012 a la fecha mató a 10 mujeres, entre ellas una menor de 10 años de edad.
¿Qué hacía con los cuerpos? Los descuartizaba por completo. Una parte se la comía él y otra parte le servía para alimentar a sus perros; desechaba la grasa, vendía los huesos a un santero y almacenaba los corazones en frascos con Tonayán y los colocaba en un altar a la Santa Muerte que tenía al interior de su domicilio.
Las partes de los cuerpos que seleccionaba para comer las guardaba en un refrigerador pequeño que tenía en un cuarto oscuro de su casa, al cual no podían ingresar ninguno de sus cuatro hijos. Declaró que en ese cuarto era donde ultimaba a sus víctimas y ‘comenzaba la faena de la descuartización’.
Antes de matar a su novia, dijo que trabajaba para gente de Tepito matando prostitutas en algunos hoteles. Luego de dar referencia de cuáles hoteles la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México (Pgjcdmx) y la Procuraduría General de la República (PGR) compara datos para saber sí es verídico. Pero por lo general mataba a sus parejas sentimentales.
El siguiente paso es que la Fgjem continúe con la elaboración de los expedientes, pues a Juan Carlos N solamente se le vincula a proceso por el asesinato de Nancy, pero tienen nueve casos más, al menos en el Estado de México, con los cuales seguir vinculándolo a proceso para que obtenga el castigo correspondiente.
Con información de Milenio.