CDMX. 13 de octubre de 2018.- El jefe de Gobierno de la Ciudad de México, José Ramón Amieva, afirmó que un libro se convierte en una cizalla porque permite cortar las cadenas que tienen a las personas, en muchas ocasiones, en estados de depresión o de aislamiento.
Al encabezar la inauguración de la XVIII Feria Internacional del Libro del Zócalo capitalino, con el tema ‘Derechos y Libertades‘, el mandatario local dijo que esta exposición es inclusiva, porque es abierta; alienta a quien quiere conocer y a quien quiere participar.
Además, mencionó que las 800 casas editoriales representadas se ubicaron en un mismo nivel para el acceso de las personas a fin de que puedan conocer lo que realizan.
“No importa todo el trabajo ni la infraestructura que tengan, aquí se encuentran en el Zócalo, que es un ‘piso parejo’, para que todos puedan mostrar la riqueza editorial que vienen a presentar durante la feria”.
En esta feria se habla de derechos y libertades: del derecho a la cultura, a la educación y a conocer la forma de pensamiento y a la libertad de ejercer esas formas de pensamiento.
“Además, en el tema de derechos y libertades nos encontramos que esta feria cumple como un medio de acercamiento, difusión y conocimiento.
Pero también se convierte en una instancia facilitadora y replicadora, para que los que tengan acceso podamos transmitir este mensaje y lo que nos llevamos de esta feria y su significado”.
Dijo que los artistas son conocidos para quien los lee, porque a través de su obra nos abren su intimidad; los libros, subrayó, nos permiten liberarnos y soñar. ‘Se convierten en alas. El acceso a la cultura nos da poder, seguridad y satisfacción interna’.
También, indicó, se que convierte en un bien, en una riqueza personal y compartirlo es un tema de disfrute; en un tema generacional, porque se tiene contacto con las generaciones anteriores y con las presentes, que continuarán habitando esta ciudad y este país a través de los mensajes, el contenido y las sensaciones que los libros despiertan en todos nosotros.
En entrevista, dijo que cada libro se refiere a una vivencia de quien lo lee. ‘Yo, sigo disfrutando “Todos los Días son nuestros’, de Catalina Aguilar Mastretta, que hace una descripción del amor de un estudiante de los 80’s y cómo va transformándose ese sentimiento a lo largo de la vida.
Dijo que tiene una situación personal, familiar, que le hace recordar mucho a Héctor Aguilar Camín con Adiós a los padres. Es un tema de cómo se ama e identifica uno con los padres y en un momento tiene que pensar en dejarlos ir.
Se refirió asimismo a La Cabaña del tío Tom, de Harriet Beecher Stowe, e indicó le hace reflexionar cómo la esclavitud se sigue reflejando en formas modernas de opresión, tales como la discriminación.