Fija PRD capitalino postura tras derrota electoral

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Por: Enrique Serna | Acustik Noticias

CDMX. 6 de julio de 2018.- El partido que aún ostenta la primera fuerza política en la Ciudad de México pasará a ser una minoría en el próximo periodo, tanto en la Asamblea Legislativa como en las alcaldías. Tras los resultados poco favorables del pasado domingo, el PRD capitalino hace pública su postura.

Postura de la dirigencia del PRD-CDMX frente a los resultados electorales del 1 de julio de 2018

Este 1 de julio del 2018 concluyó un ciclo para el PRD-CDMX. Por 21 años gobernamos la capital del país con resultados indiscutibles en beneficio de millones de hombres y mujeres. Hicimos de la Ciudad de México la entidad más avanzada, progresista, libre, segura, preparada, productiva y con la mayor red de programas sociales de todo el país. La convertimos en el mejor lugar para vivir.

En 1997, con Cuauhtémoc Cárdenas, le arrebatamos al PRI el gobierno de la CDMX para nunca dejarlo volver, el Ingeniero consiguió 1 millón 859 mil 866 votos.

Este 2018 nuestra candidata Alejandra Barrales obtuvo 1 millón 673 mil 15 votos, lo que significa una hazaña dadas las condiciones adversas y por ello un extraordinario capital político para una mujer que se atrevió a lanzar una campaña innovadora, fresca y propositiva, pero no fue suficiente para que el PRD en coalición con el PAN y Movimiento Ciudadano mantuviera el gobierno de la ciudad.

Para la dirigencia del PRD en la Ciudad de México esta derrota tuvo múltiples componentes políticos y sociales, internos y externos al partido:

1.- La fuerza y liderazgo de Andrés Manuel López Obrador.

En una nación devastada por la desigualdad y la violencia, López Obrador con sus dos derrotas anteriores, pudo erigirse y mantenerse durante 12 años como un líder nacional con un supuesto discurso antisistema.

Utilizó la fuerza política y territorial del PRD para extrapolarla a un “nuevo movimiento” que capitalizó el descontento y enojo de la ciudadanía hacia los tres partidos que gobernaban en el país: PRI, PAN y PRD.

La inercia del voto para AMLO en la capital alcanzó para la gran mayoría de sus candidatos a diputados, alcaldes y a la jefatura de gobierno, aunque cabe resaltar que hubo cientos de miles que, aún votando por López Obrador le dieron su voto y su confianza a Alejandra Barrales.

2.- Todos los partidos en el gobierno sufrieron un revés electoral de diferente magnitud y recibieron el voto de castigo de la ciudadanía.

En ese contexto se dan los resultados electorales en la CDMX. El gobierno de Miguel Ángel Mancera (primer jefe de gobierno no militante del PRD, respaldado por Marcelo Ebrard y López Obrador) también fue castigado por los capitalinos, quienes durante los tres últimos años de gobierno le dieron una evaluación negativa especialmente en materia de seguridad, movilidad y desarrollo urbano, y por no haberlo percibido como un contrapeso del gobierno priísta de Peña Nieto. Este voto de castigo lo pagó el PRD en las urnas.

3.- Todo tiene un ciclo.

El PRD significó un parteaguas en la historia política del país, hasta el pasado domingo fue el partido de izquierda más importante de Latinoamérica y nadie, ni sus mayores detractores ni quienes se encargaron de destruirlo por conveniencia propia, podrían negar todas sus aportaciones a la política, a la democracia y al desarrollo social de la capital y de todo el país. Colocó los derechos humanos y las libertades civiles en el centro de la agenda política nacional. Y aunque este 2018 concluyó un ciclo, continuaremos nuestra lucha por los dos objetivos y razones que nos dieron origen: abatir la desigualdad y desterrar el presidencialismo.

4.- La descomposición interna como resultado de la rivalidad entre las diferentes corrientes y los cacicazgos en las delegaciones.

Siempre estaremos orgullosos de ser pertenecer a un partido de izquierda y horizontal, en donde las decisiones se toman en colectivo. Sin embargo, los cotos de poder al interior, obstaculizaron la toma de decisión.

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