Manuelito ya no volverá a jugar, una bala apagó sus sueños

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Por Fernanda Padilla | Corresponsal Acustik Noticias

San Luis Potosí, SLP. – 10 de abril de 2018.- ‘Le gustaba mucho estar con sus amigos, tiene muchos amigos por aquí y le gusta mucho estar con sus amigos, No nada más aquí y pues ellos se ponen a jugar, (…) le gustaba mucho estar con nosotros, le gustaba jugar fut, las cosas de un niño, (…) le encantaba estar en la escuela, estaba en la primaria, solo le importaba eso, la escuela, estar aquí y jugar’, relató Alejandra Sánchez, hermana de la víctima.

Manuelito no regresó ayer a clases, con tan solo seis años, sus sueños y sonrisas fueron apagadas por una bala perdida, derivada de una riña pandilleril del que él no tenía vínculo alguno sobre prolongación Vallejo en la colonia General I. Martínez.

“Todo fue rápido, lo que yo vi me acuerdo que se empezaron a pelear los de aquella calle con los de aquí. Bueno los chavos venían de hecho de jugar, venían bien y ellos fueron los que se las hicieron o empezaron a hacer la riña y se vinieron para acá y estábamos nosotros jugando con mi hermano, de hecho, había más familias allá, había muchas familias afuera no te lo imaginas y pues ya nada más se empezaron a pelear y cuando menos acordamos ya estaba el niño”, narró Emiliano Sánchez, hermano del menor.

En segundos Manuel perdió la vida, no hubo tiempo de salvaguardarse, el impacto provocó una fuerte hemorragia que terminó en una tragedia para la familia Sánchez Flores, quienes perdieron al menor de sus integrantes.

“Grito, nada más se escuchó cuando dijo ¡Ay! y se agarró la pancita y mi mamá fue la que le tapó la herida, pero le salía mucha sangre y como no tenemos un carro nos hizo favor el vecino de prestarnos su camioneta y llévalo a la Cruz Roja, pero pues la verdad es que si perdió mucha sangre. Cuando lo agarró mi mamá se desvaneció y ya no alcanzó a llegar a la Cruz Roja“, recordó Alejandra.

La colonia General I. Martínez se caracteriza por ser escenario de constantes peleas que terminan en numerosos decesos entre sus contrincantes, jóvenes que a falta de oportunidad se dedican a matar el tiempo con rencillas y en el consumo de sustancias nocivas que muchas veces afectan su entorno, lo que finalmente termina en tragedia por la falta de guía desde sus hogares.

“Yo creo que esta es una de las peores colonias que puede haber ya se han hecho varios reportes, pero pues no se acerca, (…) son adultos no sé qué ganan con pelearse por el barrio, no ganan nada, solo avergüenzan a la colonia”, reviraron ambos.

La rabia, la importancia, el miedo, invaden a esta familia, quienes exigen justicia para Manuel y seguridad para el resto de sus integrantes.

“Es conocido de por aquí, de hecho, él también se junta en la pandilla que está aquí, pero pues ya tiene antecedentes también y aparte pues yo alcancé a voltear le vi la cara”, detalló la hermana de la víctima.

Alejandra pudo identificar al presunto homicida de su hermanito, quien actualmente se encuentra detenido.

“Ella la traía escondida, era una playera y disparó, de hecho, mi hermano no fue el único, también afectó a un chavo y a una niña y a una señora, solo fue que tronó la pistola y todos corrieron”, agregó. “Mi mamá está muy mal todos están muy mal era inocente no sabe de maldad. (…) Un vacío ya no volver a ver nunca más, esa fue la última vez”, sollozaron los hermanos.

Ricardo, un comerciante que vive en esta colonia señaló que actualmente esta situación ya está descontrolada, ya que es el pan de cada fin de semana saber de alguna desgracia por este tipo de encuentros entre pandillas.
Este domingo fue testigo de la contienda que marcó a los vecinos de la General I. Martínez, quienes lamentaron la pérdida del pequeño.

“Cerré para que no se me metieran, tenía gente aquí adentro y ya nada más, se escuchó el ruidazo. Nada más se ve el corredero y hay que darle bajar la cortina porque afectan los negocios, (…) cuando llegan las patrullas es cuando ya puede salir la gente porque los dejó salir cuando están los pandilleros imagínense”.

Al cuestionarle sobre Manuel, Ricardo se quebró ante las cámaras, al recordar al pequeño que lo visitaba todos los días en su negocio y que ya nunca más volverá.

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